Letargoso solaz

I

En un mundo donde el ego desorbitado
armoniza con la inseguridad,
donde se desdibuja el carácter
y se alinea junto al garabato,
puedo sentarme, y la silla cruje
con la rectitud de mis acciones:
dime, yo, qué puedo proferirle a este vicio devaluador
que profana la voluntad de mis queridos.
Marean monedas;
sus miradas se cristalizan con el reflejo
de ese abismo portátil;
envoltura musical que destapa la monotonía del conformismo
es la que cargan sobre sus cráneos.

II

El método es el hábito de la razón,
tolerable con la justa y desmedida porción de vuestro amor,
porque es esta nuestra comprensión mutua al caminar
la que celebra la virtud del juicio.

30 de marzo de 2017.

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